Estimados lectores, aquí les dejamos otra crónica de la belleza futbolística por parte de Pablito 'The Statman' Mella. Sabemos cuán difíciles son los días sin futbol, y más durante la gran cita ecuménica. Por eso, el tiempo a reflexionar antes de la ultimas avalancha. Para muestra el siguiente botón.
Desde pequeños, todos crecemos con ídolos y referentes a quienes defendemos a rajatabla; aquellos que producen memorias, sonidos, o sentimientos que nos marcan de por vida. Para muchos de nosotros, buena parte de ellos están unidos al deporte rey. Uno de los personajes que ha creado momentos inolvidables para mí ha sido Luis Omar Tapia, un referente dentro del ámbito del periodismo deportivo. Y es que solo a un humano sin alma no se le ponen los pelos de punta al escuchar el clásico "Y aquí comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo!" . La gran mayoría de los que estamos familiarizados con esta figura, escuchamos esta frase con naturalidad, sin detenernos a preguntar la razón de tal costumbre. Quién otro que su compañero de mil batallas, Eduardo Biscayart, para resolver esta duda: "Luis, es cierto que muchos amamos este deporte, pero ¿cuál es la razón por la que tú sientes que el fútbol es, efectivamente, el deporte más hermoso del mundo?" a lo que él respondió "Muy simple, mi amigo. Porque hasta que la pelotita no deja de rodar, siempre tenemos la oportunidad de presenciar historia."
Esta frase ha quedado grabada en mi mente por años, y puede ser usada para describir la fiesta del fútbol que estamos viviendo. En este mundial se ha escrito historia. No por la cantidad de goles anotados, ni de estrellas que se convertirán en leyendas, menos aún por la calidad general del juego. Este mundial es historia porque ha sido, como pocos, el mundial de la justicia. Y antes de que mexicanos e ingleses me busquen para quemarme vivo, déjenme explicar mi punto. Hemos visto como se van equiparando los poderes; como los grandes ya no son tan grandes, y como los equipos "chicos" se arman de valor y rebeldía para darse a conocer al mundo. Ejemplos claros son Corea en 2002 y la Eurocopa de Grecia en 2004. Ambos llegaron más allá de lo esperado, pero jamás dieron la sensación de justicia futbolística. Grecia campeonó con un fútbol rácano y oportunista, muy a la italiana, mientras que Corea necesitó de groseras ayudas arbitrales para rozar lo que equipos de más categoría nunca alcanzaron. Muchos dirán que la justicia no existe en el fútbol (sino pregúntenle a Italia hace 4 años), y tienen razón. Pero por fin, en este peculiar mundial de Jabulanis y Vuvuzelas, el fútbol se encargó de imponer un orden. Y no de la manera en la que muchos pensábamos.
Los dos finalistas del 2006, Italianos y Franceses, finito y adieu. ¿Inglaterra? So long, my friends. Los sudamericanos invictos hasta el último partido de la primera fase, mostrando el mejor juego colectivo, y representando el 50% de los equipos sobrevivientes en cuartos. Los grandes ni siquiera pudieron utilizar una estrategia malévola y poco conocida. Poco sabido es que ningún equipo con 5 puntos en su grupo ha dejado de pasar a octavos de final en un mundial. Jamás se ha dado. Por esto, ingleses e italianos no perdieron la calma hasta su tercer partido del mundial. Tras dos empates, todo era un mar de críticas, pero dos viejos zorros como Capello y Lippi jamás perdieron la cabeza. Tres puntos contra Eslovenia y Eslovaquia y estamos en octavos, donde por conocimiento popular "cualquier cosa puede pasar". Como ya es sabido, los azzurri terminaron como últimos en su grupo y a pesar de que Inglaterra sobrevivió, no tardó en ser devorada por una selección alemana muy superior. Una selección que a sorpresa de algunos, ha desplegado un juego furioso, efectivo y fácil. Y debo reconocer que los cimientos de estas líneas temblaron por unos momentos al ver las "cantadas" de Larrionda y Bussacca, hasta que el fútbol me confirmó lo que yo ya sabía: hoy por hoy, Argentina y Alemania vencerían a México e Inglaterra el 90% de las veces que se enfrenten. Tan simple y directo como eso.
Por esto, dioses futboleros, les doy las gracias. Gracias por no dejar que Chile o España, dos de las selecciones más vistosas de este mundial, se eliminen con 6 puntos en perjuicio de la defensiva Suiza. Gracias por hacer que Ghana represente al grato continente Africano, aún tras la lesión de Essien. Gracias por mostrar el verdadero nivel de los "otros" sudamericanos, Uruguay, Paraguay y Chile. Gracias por haber colocado a cada equipo en el puesto donde pertenece. Gracias por jugadores como Carlitos, Ozil, Xavi, Messi, Villa, Cachabacha, Robben, Luis Fabiano o Muller, entre tantos otros, que hacen que valga la pena dejar nuestra vida de lado para sentarnos a ver rodar la pelotita. Y gracias Luis Omar, por haber creado un recuerdo y dejar la senda resuelta de otro.
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