Nota de Retracción

Aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudo mucho en la vida, especialmente en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser lo que se dice derecha. – Albert Camus

 

    Llegamos finalmente a este lapso post mundial, ahorcado de emociones, y exhausto de gritos. Dejando de lado por un momento el veredicto del campeón, se vienen horas de meditación, y plantear como se afrontaran los próximos cuatro años en la dimensión futbolística, enquistada en nuestra psiquis. Para algunos será volver nuestra mirada a los equipos del Campeonato Nacional, que a causa de la escasez neuronal de los directivos de la FEF, tuvieron que sucumbir algunos partidos en estadios mas callados de cementerios olvidados. Pero en fin, caso aparte.

    Lo que realmente pretende este artículo, es felicitar a España por su campeonato ganado, por haberse alzado con la gloria mundial hace exactamente una semana. Esto implica una descalificación a nuestras predicciones, pues como recordaran en otro artículo ('Crónica de un Globo Inflado') de Rayadecal, se aposto por un traspié de la Furia. Sin embargo, fieles a nuestro estilo de lealtad a la camiseta, reconocemos que la predicción fue errada, y ahora no queda más que aceptar nuestra derrota.

    Mucho se ha dicho y hablado acerca del triunfo español. Algunos sectores han hecho recuentos de 'acciones polémicas', sin las cuales el elenco ibérico no hubiera accedido a la final. Yo solo me pregunto ¿hace falta hacer eco de los vasos rotos, de las cartas jugadas? Por esto me refiero a supuesto imposibles de determinar, que si el penal fallado, que si el offside no cobrado; en síntesis aquellas elucubraciones que tanto le gustan a la prensa deportiva, que como toda rama del periodismo tiene 'figuras' en cuanto a ociosidad, por lo tanto requieren de debates inútiles e inservibles para llevar pan al hogar.

    El otro lado de la moneda son o bien los chupamedias de la victoria (Marca, Gazzeta dello Sport), o los medios que siempre apostaron por un campeonato español. Traemos a colación ambos costados pues sugerimos que suficiente se ha analizado de las 'costuras' del campeonato de España, y sabemos que nuestra misión es proveerles de material fresco y renovado, como la cerveza con bloque de hielo en el estadio.

    Por lo tanto lo único que cabe decir, es que felicitamos a España, para bien o para mal son el campeón del Mundial después de haberse enfrentado a selecciones de calibre, y mantener un estilo de juego vistoso y cuya fórmula era siempre el ataque. A nosotros no nos queda más que aceptar esta batalla perdida en nuestro análisis, pero volveremos como siempre a jugarnos el físico pro ustedes. El filo de la navaja es un estilo de vida.

 

La Locura

Se acaba este mundial y siempre quedan recuerdos inolvidables que jamás saldrán de nuestra memoria. Cada mundial tiene momentos que cambiaron el rumbo de la historia. Por nombrar ejemplos en el 86, el gol más hermoso de la historia de los mundiales después de una carrera de 60 metros, Maradona marca a puerta vacía o 90. También se recuerda el penal pitado a Alemania en el minuto 85. En el 94 todos tenemos probablemente 2 recuerdos claros. El gol de Maradona a Nigeria y el penal errado de Baggio. En Corea Japón muchos recordamos la magia y la definición de la fantástica del tridente: Ronaldinho-Ronaldo- Rivaldo, el famoso triple R. Tres jugadores que encaminaron a un histórico Brasil (con Roberto Carlos y Cafú, factiblemente los laterales más representativos de Brasil en la historia) al pentacampeonato. Finalmente cuando pensamos en el 2006 ¿en que pensamos? No en el penal errado de Trezeget, ni tampoco en la picada de Zidane en la final. Todos pensamos en el cabezazo propinado por el Gran Zizou a Materatzzi.

En este 2010 ¿cuál será el momento distinto? Ese momento de magia. Si nos fijamos rápidamente notamos un tendencia en estos eventos todos fueron en la final. Aunque no he visto la final, este mundial fue diferente, el evento más importante (al menos para este humilde escritor) sucedió en cuartos de final, difícilmente algo será más fantástico que lo presenciado el 26 de junio. Me imagino que muchos ya saben de qué estoy hablando.

Un poco de ambientación para saber un poco más del EVENTO del mundial. Después de un partido disputado intensamente entre Ghana, el último equipo africano con vida en la copa y Uruguay, un elenco caracterizado por la garra y la entrega. Tras haber recibido un gol anímico en el min 45, Uruguay había remontado con un buen gol de tiro libre por parte de Forlán. Al finalizar los 90, encontrándose empatados se siguió con la prorroga. A los sudamericanos ya no les respondían las piernas e iban a las marcas más por el amor propio que por el deporte. Los africanos fieles a su estilo y a su mejor físico, seguían corriendo como en el min 30 del partido. Uruguay logro aguantar hasta el minuto 120, cuando los ghaneses en un centro ganan el área 2 veces y Suarez hace la heroica, saca el gol con su mano sobre la línea. Milagrosamente se salva Uruguay cuando Gyan estrella el balón en el travesaño.

Hasta el momento nada fuera de lo posible. Solo una mano heroica y nada más. La tanda de penales. Todos sabemos la historia hasta que llega 5to penal para Uruguay. Si Uruguay la mete esta en Semis. El 5to pateador es Washington Sebastián Abreu, antes de que pateara muchos ya sabíamos cómo iba a ejecutar. LA PICA, Uruguay festeja su paso a semis después del partido más dramático del mundial. Aunque todos hubieran elegido un zapatazo al arco, cruzado al centro, como sea fuerte y con determinación, reventar las mallas bastaba.

Para que entiendan un poco más el sentimiento. El penal es comparable con que dos años atrás en la final que jugó Deportivo Quito, hipotéticamente el partido vaya empatado, se le cobra un penal de último minuto y Minda la pique. No me imagino a ningún jugador haciendo eso. O que en la final de la libertadores Joffre la pique. Son penales que todos patean para "asegurar". Difícilmente la picas en un momento tan importante.

No por nada se le conoce como el loco a Abreu. Para cobrar así se necesita factor H y locura. Muchos me dirán "pero Zidane la pico en la final del mundial contra Italia". Si, la pico, de acuerdo, mucho coraje. Pero a diferencia de Francia, Uruguay no había ido a una semifinal hace 40 años. Uruguay venia de un partido heroico, Francia no sufrió un penal a último minuto ni se salvo. Además Uruguay es un país mucho más futbolero que Francia. El dos veces campeón mundial es un grande del futbol, tan grande como Argentina (ambas selecciones poseen 2 copas del mundo y 14 copas Américas). El paralizar el país y perder hubiera creado luto nacional. Los 3 millones y tantos Uruguayos estaban sobre los hombros de Sebastián. Fiel a su sangre latina, muy irresponsablemente dirán algunos, o con mucha clase dirán otros, o simplemente con mucho de las dos, decidió picarla como si fuera un penal cobrado en el barrio sin presión alguna.

Esto es una clara muestra de la locura y la magia que tienen los jugadores sudamericanos. Esa picardía que nos hace diferentes a los europeos. No hay Maradonas ni Ronaldinhos en Europa. Allá se prioriza la táctica, la técnica y el orden. De este lado del mundo se valora más la magia innata en cada jugador en ese punto que el futbol trasciende lo deportivo, y se refleja en cómo esta armada la sociedad.

YO les pregunto ¿cuál fue la jugada del mundial para Uds. lectores?

 

Antología de Finales Mundialistas

     Estimados lectores, como cada cuatro años llegamos a este punto tan triste y tan emotivo a la vez. Por un lado queda la nostalgia de que una Copa mas paso, que se vienen cuatro años de espera, y el sufrimiento clasificatorio que aquello implica. Por el otro queda la expectativa de la final, que para muchos de nosotros es agridulce pues los equipos a quienes les prestamos el corazón no llegaron para cruzar el Rubicon. Esta simbiosis sentimental es cuna de grandes historias, por ello queremos ofrecerles un pequeño recuento de vivencias mundialistas por parte de los hermanos Espinosa; gracias muchachos por sus sentidos recuentos.

Mis Finales- Por Diego Espinosa
      Italia 90 fue la primera final que "viví", obviamente no es de mi memoria porque a los 2 años se está pero más para estorbar. Seguramente estaba alado de mi hermano y mis padres, pero no hay mucho que contar.

     Estados Unidos 94, ya con un poco de criterio me permitió varios recuerdos. Mi hermano Gabriel era fanático de Brasil con sus posters de Bebeto y Raí (un genio) en su cuarto y se peleaba con mi otro hermano que le hinchaba con todo a la Argentina. Igual tuve que compartir escenario con esos manes y estuvimos en Canadá para la final. Ese mundial tiene bastante historia, no solo en la final pero en general. Positivo de Maradona, autogol que condeno a muerte al colombiano Andrés Escobar, primer mundial do  Gordo (18 años), la jalada de penal de Baggio entre otras. De la final me acuerdo de los penales nomas, y no tenia preferencia de quien gane. Solo se que nunca me cayó bien Taffarel.

     Francia 98, fue una final que fuimos a ver con la familia a la vuelta de la casa (literal) donde unos amigos. Obviamente tengo mucho mas recuerdo de este partido. Nunca fui fanático de Brasil, será por llevarle la contraria a mi hermano o a todo el mundo que siempre le va a Brasil. Me gustaba Francia y si quería que gane porque eran locales y porque me caía bien el Deschamps. Zidane obviamente ya era conocido pero no me incline mucho por el esa final (ahí está, cada jugador que pasa a los libros de la historia han ganado un mundial). Me acuerdo de todos los goles.

     Corea-Japón 02, para serles sincero no tengo mucho recuerdo de esta final. La vi en mi casa, ahí de madrugada y que raro otra vez Brasil peleando el titulo. Igual que los anteriores no tenía un equipo al cual le iba completamente, siempre en esos casos me ha gustado ir por el bien del futbol o del espectáculo, por ejemplo que sea un partidazo con varios goles, que haya una remontada, goles dudosos y hasta que se den de puñetes sería bueno. La final no transcendió a lo que mi gusto va. Si creo que llego unos minutos en el partido que me porte Spencer, cabeceando por la madrugada.

     Alemania 06, fue el mundial de Zidane. Se graduó de ídolo, crack, genio, lo que quieran y no gano el mundial. Ya lo gano en el 98 pero acá demostró todo lo que sabía, hizo lo que pocos hacen; dar clases de futbol hasta en la final de un mundial. Fuimos con la familia a  ver la final en la casa de mi tía. Fue una final entretenida. Tal vez si me dicen ahorita mis viejos que vamos ir a un almuerzo en la final del mundial, les daría las "bendiciones" que vayan con cuidado y que conmigo hasta después de los 90 minutos, pero bueno a los 17 no tenía ni voz ni voto en la casa. No sé porque mis hermanos no armaron relajo por eso. Todos tenemos grabado la imagen de Zidane, caminando, expulsado pasando a lado de la copa. Es buen recuerdo de una final.

      Sudáfrica 10, Para esta final no llegaron los que yo realmente quería que lleguen, pero no me quejo, es una final del mundial y coincido con mi hermano, este quien este hay que verla. Me hubiera gustado un equipo sudamericano pero ya no se pudo y la verdad no soy nada fanático de España. Igual que en esos años que todo mundo le iba a Brasil, ahora hay más tele hinchas de España que otras veces, eso realmente me molesta y no quisiera que ganen esos manes. Además el español puede ser un poco prepotente en el futbol sin haber ganado nada, imagínense con un mundial.
Todo está planeado para verlo acá en roma, en una pantalla gigante en villa Borguese con unos panas de por acá. Gane quien gane va haber fiesta después, el único problema es que cae domingo, va a ser tarde en la noche y el lunes toca trabajar.
       Me hubiera gustado la verdad ver el futbol con mis hermanos y mis papas en mi casa en el valle. Mi mama no creo que estaría muy interesada pero con tal de estar con nosotros se sentaría a ver el futbol tranquilamente.

Eso es todo. Ojala gane Holanda.




MIS FINALES- Por Gabriel Espinosa
 
      Me considero un futbolero, ¿cuán futbolero? Escribo estas líneas con una Mikasa #5, color azul, bajo la suela de mi zapato. Es la fiebre del mundial, añadida al reto de tratar de hacer más de diez cascaritas puesto unas botas punta de acero.
     Habiendo aclarado ese punto comienzo por decir que la final de un Mundial para mí es un partido que hay que verlo sin importar quien juegue. Y verlo no significa solamente prender la televisión a la hora del partido, sino leer notas de prensa en los días previos, ver la previa, y saber de historias que se puedan ir dando en el partido. Normalmente los partidos no son buenos, pero es el partido más importante del deporte, y se nos da cada 4 años. Donde sea, con quien sea, como sea, hay que verlo.
 
En mi caso, ¿cómo han sido mis finales?
 
      MEXICO 86: Cuenta la leyenda que durante todo este mundial pasé con el álbum bajo el brazo y entonando la canción: MEXICO 86! MEXICO 86! MEXICO 86!.
De esta final, o de este mundial, no me acuerdo nada. Mis padres me dicen que la vi, que veía los partidos de este mundial, que cantaba la canción todo el día. Pero no me acuerdo nada de esto. Todos los "recuerdos" que tengo de México 86 son gracias al video HEROES, el cual me lo sé de memoria, tanto el diálogo, como las jugadas que hay. Soy capaz de ver cualquier imagen televisiva de México 86 y determinar si pertenece a este video o no. Al que no ha visto este video, se lo recomiendo. En mi hogar lo tuvimos en Versión Betamax y VHS (Ambas copias se dañaron debido a su uso excesivo). Tuve una emoción única cuando en el 2006 lo logré bajar por Internet.
 
     ITALIA 90: Tengo un recuerdo vago del partido. Lo vi solo, mi hermano mayor estaba en una fiesta, y a mi hermano menor no lo tuve en cuenta sino hasta el año 98. Lo vi en la sala de estar de nuestra casa de Quito (sin saberlo, era el último mundial en aquella casa). La televisión en la que lo vi todavía existe. Es una TV de marca Fisher, parte de un equipo multimedia que tenía todo, desde Televisión hasta doble casetera (que gloriosos los años 90). Todavía existe en mi hogar partes de este equipo. Este mundial yo hinchaba por Argentina y el penal no me pareció penal. Me acuerdo que no me gustaba que Alemania durante los últimos 5 minutos se dedicara a pasarle la pelota a Bodo Illgner y este le agarraba con sus manos. Otra vez la pelota a Brehme, y luego a las manos del arquero. Una y otra vez. Ese recuerdo lo tengo clarísimo. También que tenía la ilusión de que Maradona les quite la pelota y haga el gol del empate. Otra imagen que no se borra es la de Maradona insultando en los himnos. Tenía siete años, pero no tengo recuerdo de mis padres durante esta final. No podría decir si lo vieron conmigo, o si salieron de la casa.
 
     EEUU 94: De este mundial tengo muchos más recuerdos. Mi equipo era Brasil. Tenía un poster de Bebeto en mi cuarto, y me gustaba pensar que definir de punta era definir como Romario. Seguí toda la campaña de Brasil y la final la viví en el país menos futbolero del mundo: Canadá. Estábamos en Canadá por vacaciones de verano, en casa de mi tía. La transmisión era en inglés, lo cual ya se me hacía horrible. Además, los comentaristas hablaban de cualquier cosa excepto el partido. No sabían mucho. Recuerdo claramente que en un pasaje del partido redujeron la imagen a una esquina pequeña, y el resto era un comercial de Charles Barkley promocionando un desodorante. Inédito.
      Los festejos existieron junto a la colonia de "Brasileños" que vivían en Toronto. Si tú te vas de Brasil (playa, arena, solo, y las Skol) a vivir en Canadá (nieve, gente pálida, hockey y Curling), creo que deberías perder la nacionalidad. Sin embargo los festejos fueron interesantes ya que se veían sus banderas y dos que tres panderetas por ahí.
 
      FRANCIA 98: Lo vi en la casa de un amigo de mis padres, en la casa de la familia Echeverría. Mi equipo ya no era Brasil, en este Mundial me dejé llevar por el ignorante de Pelé y le puse mis ánimos a Nigeria. Obviamente, me fue mal. Sin embargo, Sunday Oliseh y su gol contra España me dieron una alegría enorme.  De la final recuerdo que se hablaba de convulsiones de Ronaldo la noche anterior, que no iba a jugar, que Nike le obligó, que el pidió jugar, que sus compañeros estaban preocupados, que le gustaban las travestis y que iba a engordar. Se oyó de todo. Hasta ahora no se sabe bien qué pasó. Francia le pasó el trapo y él único de Brasil que jugó y puso huevos fue Edmundo "el animal". Recuerdo que al final del partido, perdiendo 2-0, Edmundo le puteó como a hermano menor a Denilson. Esto luego de que Denilson apelara al Fair Play y devolviera la pelota a Francia. Un grande Edmundo, el ahijado de Eurico Miranda.
 
      JAPON-KOREA 2002: Este mundial es una sola mala noche. Se dormía mal y a veces te tocaba mamarte partidos pésimos. Con horario normal, si el partido es malo, puedes ir a hacer otras cosas o entretenerte haciendo algo más mientras ojeas el partido. ¿Pero que hacer de madrugada? Era el futbol y nada más. Todo lo de este mundial lo relaciono con oscuridad y de madrugada. La final, no podía ser de otra manera, tocó verla de madrugada. La vimos en familia, con mis hermanos, en el sofá de la casa de los Chillos (nos mudamos a esta casa en el 91, y recién en el 2002 vimos una final de mundial aquí). Ganó Brasil, Ronaldo metió 2, Oliver Kahn regaló un gol, los jugadores de Brasil no le daban la mano con gusto a Pele en la premiación (Edson los había criticado antes y durante el mundial, pero en la final estaba ahí feliz) Cafú casi se cae del podio donde levantó el trofeo. Esos son los recuerdos que tengo de esta final.
 
     ALEMANIA 2006: Le hinchaba a Francia desde que Zidane sacó el manual en Octavos y le pasó el trapo a España. Lo vimos con mi familia de parte de padre en la casa de la hermana mayor de mi papá. Éramos varios y lo vi sentado en el suelo, apoyado a una pared. Conmovedor cuando Zinedine le picó la pelota a Buffon. Me acuerdo de un cabezazo de Zidane en el tiempo suplementario, que Buffon sacó como los que saben (en el aire a mano cambiada). Me sorprendía como marcaban todos en Italia, y a pesar de que fue un partido medio amarrete, estuvo interesante hasta el final. Y esto no incluye el cabezazo de Zidane a Materazzi. La típica pregunta de mi madre y mis tías: ¿pero qué le pasó? ¿Ya no puede patear el penal?
       Gol de Grosso, pique eterno para festejar en el otro lado de la cancha, y Pirlo corriendo llorando y con los brazos abiertos. Emocionante pero por un tema de trabajo, estaba a pocas semanas de irme un año a vivir en otro lado, y al acabarse la final pensé: "bueno, ahora sí a hacer todos los trámites de la visa Schengen". Recuerdo esto último claramente.
 
       SUDAFRICA 2010: Por trabajo sé que lo veré en la selva amazónica del Ecuador. Trabajo por acá y este turno me agarró con las finales del Mundial. Seguro lo veré. No me importa que esté pasando, lo veré. ¿a quién le voy? A Holanda. No porque me guste, sino porque es la opción que no es España. Lo veré por suerte en DIRECTV, no sé si en la sala de TV (pantalla grande y varios sillones) o en mi cuarto con algunos amigos (Pantalla mediana y sillones contados). No habrán festejos, no habrán desfiles. Sí habrá expectativa en la previa, también habrá la Mikasa durante el partido. También estarán las botas de punta de acero, que por Seguridad Industrial, me toca estar puesto mientras trabajo. Ojalá que para el 2014, ya no.

El Mundial… ¿De la Justicia?

          Estimados lectores, aquí les dejamos otra crónica de la belleza futbolística por parte de Pablito 'The Statman' Mella. Sabemos cuán difíciles son los días sin futbol, y más durante la gran cita ecuménica. Por eso, el tiempo a reflexionar antes de la ultimas avalancha. Para muestra el siguiente botón.

 

            Desde pequeños, todos crecemos con ídolos y referentes a quienes defendemos a rajatabla; aquellos que producen memorias, sonidos, o sentimientos que nos marcan de por vida. Para muchos de nosotros, buena parte de ellos están unidos al deporte rey. Uno de los personajes que ha creado momentos inolvidables para mí ha sido Luis Omar Tapia, un referente dentro del ámbito del periodismo deportivo. Y es que solo a un humano sin alma no se le ponen los pelos de punta al escuchar el clásico "Y aquí comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo!" . La gran mayoría de los que estamos familiarizados con esta figura, escuchamos esta frase con naturalidad, sin detenernos a preguntar la razón de tal costumbre. Quién otro que su compañero de mil batallas, Eduardo Biscayart, para resolver esta duda: "Luis, es cierto que muchos amamos este deporte, pero ¿cuál es la razón por la que tú sientes que el fútbol es, efectivamente, el deporte más hermoso del mundo?" a lo que él respondió "Muy simple, mi amigo. Porque hasta que la pelotita no deja de rodar, siempre tenemos la oportunidad de presenciar historia."

           Esta frase ha quedado grabada en mi mente por años, y puede ser usada para describir la fiesta del fútbol que estamos viviendo. En este mundial se ha escrito historia. No por la cantidad de goles anotados, ni de estrellas que se convertirán en leyendas, menos aún por la calidad general del juego. Este mundial es historia porque ha sido, como pocos, el mundial de la justicia. Y antes de que mexicanos e ingleses me busquen para quemarme vivo, déjenme explicar mi punto. Hemos visto como se van equiparando los poderes; como los grandes ya no son tan grandes, y como los equipos "chicos" se arman de valor y rebeldía para darse a conocer al mundo. Ejemplos claros son Corea en 2002 y la Eurocopa de Grecia en 2004. Ambos llegaron más allá de lo esperado, pero jamás dieron la sensación de justicia futbolística. Grecia campeonó con un fútbol rácano y oportunista, muy a la italiana, mientras que Corea necesitó de groseras ayudas arbitrales para rozar lo que equipos de más categoría nunca alcanzaron. Muchos dirán que la justicia no existe en el fútbol (sino pregúntenle a Italia hace 4 años), y tienen razón. Pero por fin, en este peculiar mundial de Jabulanis y Vuvuzelas, el fútbol se encargó de imponer un orden. Y no de la manera en la que muchos pensábamos.

                 Los dos finalistas del 2006, Italianos y Franceses, finito y adieu. ¿Inglaterra? So long, my friends. Los sudamericanos invictos hasta el último partido de la primera fase, mostrando el mejor juego colectivo, y representando el 50% de los equipos sobrevivientes en cuartos. Los grandes ni siquiera pudieron utilizar una estrategia malévola y poco conocida. Poco sabido es que ningún equipo con 5 puntos en su grupo ha dejado de pasar a octavos de final en un mundial. Jamás se ha dado. Por esto, ingleses e italianos no perdieron la calma hasta su tercer partido del mundial. Tras dos empates, todo era un mar de críticas, pero dos viejos zorros como Capello y Lippi jamás perdieron la cabeza. Tres puntos contra Eslovenia y Eslovaquia y estamos en octavos, donde por conocimiento popular "cualquier cosa puede pasar". Como ya es sabido, los azzurri terminaron como últimos en su grupo y a pesar de que Inglaterra sobrevivió, no tardó en ser devorada por una selección alemana muy superior. Una selección que a sorpresa de algunos, ha desplegado un juego furioso, efectivo y fácil. Y debo reconocer que los cimientos de estas líneas temblaron por unos momentos al ver las "cantadas" de Larrionda y Bussacca, hasta que el fútbol me confirmó lo que yo ya sabía: hoy por hoy, Argentina y Alemania vencerían a México e Inglaterra el 90% de las veces que se enfrenten. Tan simple y directo como eso.

                Por esto, dioses futboleros, les doy las gracias. Gracias por no dejar que Chile o España, dos de las selecciones más vistosas de este mundial, se eliminen con 6 puntos en perjuicio de la defensiva Suiza. Gracias por hacer que Ghana represente al grato continente Africano, aún tras la lesión de Essien. Gracias por mostrar el verdadero nivel de los "otros" sudamericanos, Uruguay, Paraguay y Chile. Gracias por haber colocado a cada equipo en el puesto donde pertenece. Gracias por jugadores como Carlitos, Ozil, Xavi, Messi, Villa, Cachabacha, Robben, Luis Fabiano o Muller, entre tantos otros, que hacen que valga la pena dejar nuestra vida de lado para sentarnos a ver rodar la pelotita. Y gracias Luis Omar, por haber creado un recuerdo y dejar la senda resuelta de otro.