Las letras podrán derretirse y con ellas su significado, pero las historias permanecen en el aire, esperando ser contadas de alguna manera. Hace un año el Triunvirato empezó a medir la temperatura de las tribunas, inflamadas por la devoción, a recorrer pasillos de concreto en busca de imágenes imborrables, y a disfrutar como siempre de la catarsis del gol. El compromiso hacia los poemas de la cancha y los artistas del gramado nos impulso a buscar un medio a través el cual expresar las historias vividas, a sol y sombra. Hoy festejamos el viaje, las horas bajas en la fosa, los días altos en la malla, el abrigo de los trapos y el frio de la tribuna vacía. Gracias a todos quienes han contribuido para que Rayadecal sea nuestro camerino del pensamiento, se viene una nueva temporada.
Que bien, ya un año!! Felicidades y suerte en la nueva temporada, veamos que nos regala el camerino..
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