viernes, 13 de noviembre de 2009

La Novia al Estadio

La inclusión de las mujeres en el fútbol ha sido siempre un eje problemático que ha levantado polvareda para el hombre. Sepan nuestros lectores que esto no parte desde una noción machista del deporte, sino que basados puramente en nuestras vivencias y consideraciones, hemos sentido esa tensión a flor de piel. Asimismo, la pasión que convoca el fútbol ha llevado a ciertas parejas hacia destinos catastróficos, tal y como reza una nota en El Comercio:


“Mi nombre es Geovanny Vallejo y me divorcié de mi esposa por Aucas hace 15 años. Ahora que tengo 50 no me arrepiento. La relación se deterioró cuando me nació, junto a otros compañeros, la idea de formar la barra Armagedón, que hasta ahora existe. Formar un grupo de apoyo para Aucas significaba asistir a reuniones, viajar con el equipo, en fin, un sinnúmero de cosas que mi esposa jamás entendió. Un día, no me acuerdo bien la fecha ni contra quién jugaba Aucas, llegué tomadito a la casa y ella me dijo: ‘Escoge, tu equipo o yo’, y aquí me ve, apoyando a mi equipo, desde hace dos años como colaborar de Patricio Acosta, gerente plantel” (El Comercio, ‘Aucas perdió la categoría pero no la pasión de sus fanáticos’, 11/2/09).

A pesar de las adversidades, es la opinión del triunvirato que mujer y futbol pueden reconciliarse si ciertas pautas son tomadas en consideración. Estas pautas no son definitivas ni excluyentes, más bien queremos dejar este decálogo abierto, bienvenidas sean sus contribuciones.

Empecemos:

1- Tiene que entender lo que el equipo representa para uno

No puede ver el partido (y menos el estadio) como cualquier evento social. Comentarios como “no sé porque te pones así, solo es un partido, no es tan grave” puede acabar una relación que daba para el altar. Y quedan terminantemente prohibidos aquellas observaciones que delineen una ignorancia papal del partido en curso e.g: “quien es el numero 7, quien es ese negrito que corre rapidísimo, quien metió el gol, que es offside, (una vez ya en el estadio-contra quien jugamos), me cae pésimo ese que patea mucho”, entres otras barbaries.





2- Debe haber la suficiente confianza como para pedir silencio casi absoluto durante los 90min del partido

No puede estar preguntando o querer entablar una conversación en medio de un partido. Un énfasis especial a los saques de portería o lesión de algún jugador; no son equivalentes a un ‘pequeño medio tiempo’.





3- Ella tiene que saber que:

a- En el estadio solo se habla de fútbol.

b- El estadio no es una pasarela, se va con la camiseta del equipo.

c- Si se va a suite, el medo tiempo no es un gran momento para socializar. El medio tiempo esta ahí para analizar el encuentro.

d- Si se encuentra con amigas no les puede invitar a chismear o a hablar de farándula en la locación de uno. El estadio es para ver futbol y punto.

e- Si es un partido apretado, no preguntas.

f- En el estadio NO se venden ensaladas, se comen las únicas y autenticas empanadas de morocho. (Dentro de la oferta gastronómica entran suculencias como guatita, papas con cuero, arroz con doble presa, o saladitas las habas).



4- La estética del jugador es irrelevante

Nunca falta la frase, cuando ven a un jugador de fútbol, que tiene que ver con la belleza de este (“que guapo es Kaka”). Feo como el ‘Kike’ Gamez, o playboy como el ‘Nine’, no se habla de este tema en el estadio.



5- Malas Palabras

Decir lisuras en el estadio no es una falta de respeto, es una reacción al dejar escapar la frustración. De la misma manera, una novia que pueda manejar el código de insultos en el estadio con criterio futbolístico, sumará inmediatamente puntos a favor.



6- La Radio

Vía al templo se oye fútbol, de salida igual, no porque a se acabo el partido deja de ser importante.



7- Uso del Celular

Queda terminantemente prohibido comprar entrada para escribir a las amigas durante el encuentro. El celular esta solamente en casos de emergencia, es decir si algún compañero hincha cae a la fosa, u otro tipos de emergencia como falta de condumio; por esto nos referimos a contactar a algún hincha que se encuentre en las inmediaciones del estadio y pueda adquirir una botella de puro.



8- La Música

Lo único que puede sonar en el estadio, son los estruendos de la popular, cualquier sugerencia acústica que no sea lo antes mencionado, será visto con muy mala cara. Tarjeta Roja y suspensión de por vida a la mujer que ose llevar un ipod (o como lo dice Carlitos Tevez “el ipo”) al estadio, peor aún si lo utiliza.







9- El baño

La siguiente anécdota conlleva un caso terrible que no puede suceder. Cuenta un miembro del triunvirato, que en cierta ocasión, al llevar una novia al futbol (partido en el Atahualpa), ella le pidió que le acompañe al baño. No somos cavernícolas, así que dicha petición no está nada desentonada. Sin embargo (fiel caso de se da la mano y se afanan del codo) ¡lo que la susodicha pretendía era ir al baño del Quicentro! No queremos profundizar en este hecho pues consideramos obvia su falta de tacto deportivo.



Esta es nuestra postura estimados lectores, como siempre nos la jugamos al filo del reglamento, esperamos su veredicto.

2 comentarios:

  1. 100 por ciento de acuerdo. Es un tema que hay que llevarlo con pinzas e ir al estadio con una dama es peligrosisisimo.

    Ahora que que te pareceria si tu novia/dama/amiga especial es una fanatica total. A tal punto que se sabe todos los nombres de los jugadores, escucha la red y empieza a putear durante el partido? Que es peor?

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  2. Si sabe mas que uno nos deberiamos preocupar pero no porque ella sepa sino porque uno mismo es el q no sabe nada y si el equipo en cuestion se trata de la Liga seria de preocuparse aun mas!

    De verdad con tal que entienda las reglas y este dispuesta a cumplirlas todo puede suceder, sino continuar con la tradicion e ir cada domingo con los panas y ya..

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